martes, 23 de octubre de 2012

Ley de medios

Sobre los dichos de De Angeli a Cristina Kirchner

Por el profesor Carlos José Aloy

A raíz de las declaraciones vertidas por el Sr. Alfredo De Angeli días pasados, en las que el dirigente agropecuario intenta establecer una suerte de analogía entre el Gobierno de Cristina Kirchner, elegida hace poco menos de un año por la mayoría absoluta de todos los argentinos, y los nefastos (cualquier calificativo se queda corto) regímenes de Italia y Alemania en las décadas del 30 y 40 del siglo pasado, surgen algunas reflexiones.
Descartando de plano cualquier tipo de comparación, por obvia, no resulta ocioso acotar que De Angeli cae, como habitualmente lo hace, en un lugar común de descalificación, carente de lógica y fundamento, que nada aporta al debate de la política nacional, por tanto, por esta grave falta de respeto, por esta afrenta a los cientos de miles de muertos por esos regímenes, por soslayar a los pueblos perseguidos, es que creo que no merece la pena esgrimir comentario alguno, ni siquiera corresponde intentar establecer las diferencias y la inexactitud de los dichos de este representante de los grandes grupos económicos. 

 Sin perjuicio de ello y dado que también espeto que el gobierno intenta “manipular a la prensa y desinformar”, es que creo que tengo la obligación de decir que la Ley de medios es un logro de la democracia y fruto de un profuso debate del que participaron universidades, profesionales, gremios, asociaciones no gubernamentales, grupos de medios y por supuesto los partidos políticos, asimismo, en todas las provincias de nuestra querida Nación, se realizaron infinidad de audiencias públicas en las que participó una innumerable cantidad de personas, que pudieron con total libertad expresar y manifestar su acuerdo, desacuerdo o intención de modificar aquella u otra disposición o articulo. 

 El objetivo fundamental y excluyente de la Ley de Medios, sancionada allá por Octubre de 2009, es multiplicar las voces, la posibilidad de decir lo que se piensa, sin que exista ningún grupo, estatal o privado, que imponga un pensamiento único por la simple y peligrosa condición de tener mayor capacidad económica y por ende mayor llegada a lectores, oyentes o televidentes; Es brindarle la posibilidad de que tanto ONG´s como Universidades cuenten con su radio o canal de televisión; Es permitir a los diversos grupos de medios a que se adecuen a la ley; Es terminar con la frase popular “tres tapas negativas de un diario determinado voltean un gobierno”, esta frase representa lo peor para una Nación y para sus instituciones, y para un pueblo cuya búsqueda de la justicia social, la independencia económica y la soberanía política, es un fin innegociable.

  “con esta Ley se DEMOCRATIZA LA INFORMACION”. 



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